Este artículo se lo dedico a mis amigas, las que decidieron separar su camino del de un hombre que no las hacía felices.
A las que huyeron del hecho de que las anularan como personas antes de que fuera demasiado tarde. Reconocerás la fortaleza de esas mujeres en su mirada: limpia, fuerte, determinada. No van a vender su alma, no van a renunciar a ser ellas mismas. Ya entregaron su corazón a un hombre que no las merecía y pagaron un precio muy alto.
Su amo es su conciencia y su bandera la generosidad. Afortunado el que sepa reconocerlas y disfrutarlas.
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